viernes, 29 de enero de 2010

LA GRAVEDAD DEL TABAQUISMO PASIVO EN LA INFANCIA, MOTIVO PARA PROHIBIR FUMAR

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha respaldado hoy que el Gobierno prohíba fumar en los establecimientos de hostelería, bares y restaurantes, porque las consecuencias del tabaquismo pasivo en la infancia son "muchas y graves".

Los pediatras sostienen que existe una "gran cantidad" de familias que han eliminado el tabaquismo en sus hogares, pero cuando acuden a establecimientos de hostelería no tienen un ambiente libre de humo porque prevalece el derecho a fumar sobre cualquier otra consideración.

"Como pediatras que atendemos a la infancia y adolescencia, que constituye un grupo muy vulnerable de nuestra sociedad, apoyamos firmemente una reglamentación que elimine el tabaquismo en los establecimientos hoteleros y de restauración", ha subrayado Manuel Praena, responsable del Grupo de Vías Respiratorias de AEPap.

El experto ha estimado que el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante es tres veces superior en hijos de madres fumadoras durante la gestación frente a los de no fumadoras.

Además, la exposición intraútero al tabaquismo de la gestante puede afectar a la función pulmonar del niño tras el nacimiento y puede persistir hasta la edad adulta, como han demostrado los estudios del doctor Fernando Martínez, en la ciudad estadounidense de Tucson, con seguimiento de una cohorte desde el nacimiento hasta los 26 años.

Praena ha asegurado que los fetos de mujeres fumadoras pasivas están expuestos a una cantidad equiparable a los de fumadoras activas de un consumo medio de 4-6 cigarrillos al día.

En este sentido, se ha comprobado que aspirar la nicotina y alguna de las más de 4.000 sustancias químicas activas que hay en el humo de cada cigarrillo, provoca un aumento de las enfermedades respiratorias, incrementa las infecciones de los oídos y el riesgo de muerte súbita en los bebés, y predispone a sufrir un cáncer cuando ese niño llega a la madurez.

Según el portavoz de la AEPap, los niños de padres y madres que fuman, inhalan nicotina en cantidad equivalente a un tabaquismo activo de 60 a 150 cigarrillos por año.

En un trabajo realizado por el doctor Alfredo Cano en Valladolid, al que ha hecho alusión, se concluye que la exposición prenatal al tabaco es el principal factor de riesgo modificable para la aparición de sibilantes en los primeros tres años.

Por último, otra indagación realizada en Tenerife por la doctora Gloria Suárez, determina que la exposición al humo del tabaco pasivo origina reducción de la función pulmonar en adolescentes.


En una investigación realizada entre otros autores por la doctora Nuria García Sánchez, en Zaragoza, se comprobó que uno de cada dos menores está expuesto al humo de tabaco en el hogar y se confirmó además que los riesgos son mayores cuando menor es la edad y mayor el número de cigarrillos.


Entre los factores que influyen en los problemas derivados del tabaquismo pasivo en la infancia, se detectó que es el hábito tabáquico de la madre el más destacable.

En cuanto a la situación en los adolescentes, según el doctor José Galbe, en España ha aumentado progresivamente tanto el consumo experimental como regular de tabaco, ha disminuido la edad de inicio y ha bajado la percepción del riesgo.

Los pediatras alegan que la actitud de los adolescentes ante el tabaquismo puede ser modificada con programas y actividades comunitarias y escolares de prevención.

noticia extraida de: http://www.larioja.com/

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